
Como sociedad debemos proponernos cambiar nuestras conductas. Estigmatizar, es condenar a alguien solamente porque se «aparta» de los estándares que primero parten de lo que creencias compartidas establecen como «normales»
Cuando un niño es estigmatizado por su conducta, el mensaje es de rechazo. No eres bienvenido, no eres bueno, eres un dolor de cabeza… no renovaremos tu matrícula.
Cuando las creencias carecen de sustento, en vez de pelearnos con la ignorancia, la propuesta es compartir lo que la ciencia va descubriendo.
Aun la ciencia debe ser vista como un espacio dinámico, pues los cementerios de la ciencia estan llenos de «verdades» del pasado.
Ayudar a diferenciar lo que es opinión de información basada en evidencia científica liberará y permitirá que nos ocupemos en serio

Las etiquetas solo discriminan, apartan, rechazan, condenan. Las marcas se tornan indelebles en el corazón de los condenados.
Tenemos una enorme responsabilidad en educar para erradicar las falsas creencias. La salud mental es foco permanente del estigma.
Nadie estigmatiza a quien padece hipertensión, o diabetes. Se les refuerza el cuidado, se les recuerda que deben de tomar su medicación.
Cuando un psicólogo en una escuela le dice a una madre, que no van a permitir que su hija entre «drogada» a clases, porque va a estar medicada por presentar un desorden del neurodesarrollo, que hacemos?
Pues enfatizar la necesidad de que los profesionales de todas las áreas vuelvan a las aulas. Como alumnos, con la humildad de reconocer la ignorancia como algo que deben superar aprendiendo.
No bajemos los brazos, porque el estigma es el principal obstáculo para que quien presenta un problema en Salud Mental pida ayuda.
Buena semana a todos.